Publicado el 20/05/2020
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Continuamos conociendo a las escritoras Wollstonecraft por medio de su relato de vida y sus obras. Esta vez vamos a conocer a Mary Wollstonecraft (hija) y su obra Frankenstein. Y analizar el paralelismo entre la apariencia del monstruo y la apariencia de la mujer.
En la primera parte de “Las escritoras Wollstonecraft” pudimos conocer la vida y obra de Mary Wollstonecraft (madre). Influenciada por los aires revolucionarios que llegaban desde Francia pudo vivenciar el cambio de paradigma. El mismo, traía consigo una gran cantidad derechos y libertades para el individuo. Pero ¿Qué clase de individuo? Burgués y de sexo masculino.
La obra de Mary Wollstonecraft fue muy significativa para la época. En sus escritos logró denunciar la situación de esclavitud que evidenciaba la mujer. La educación femenina tenía como propósito servir al sexo masculino.
En 1797, la hija de Mary Wollstonecraft, tenía dos semanas cuando su madre murió. La recién nacida, no solo va a heredar su obra literaria sino también su nombre, Mary. Ante esta situación, su padre William Godwin, comenzó a buscar una nueva esposa para aligerar la ardua tarea de criar a sus hijas. En la época, estaba naturalizado que la crianza de lxs niñxs era una ocupación exclusiva de la mujer. Luego de varios rechazos, logró entablar un matrimonio con una mujer viuda con dos hijos. Mary tenía cuatro años cuando se constituyó la nueva familia.
El vínculo con su padre era muy estrecho, aunque también hubo tensiones. De igual manera, se crió en un hogar para nada represivo. Gracias a la formación de su padre y a la fundación de su nueva librería, Mary tuvo la oportunidad de estar en continúo contacto con personas del mundo intelectual, desde una temprana edad. Además tuvo fácil acceso a los libros y la curiosidad ante ellos era muy intensa. Pasaba tiempo junto a la tumba de su madre, leyendo en voz alta las novelas favoritas.
Las peleas con su madrastra se hicieron cada vez más frecuentes. A los catorce años de edad, decidieron enviarla a Escocia para que pasara unos meses junto a la familia de un amigo. Mientras tanto, en su casa la situación económica era crítica pese a los esfuerzos de su padre para escribir y vender libros. Por suerte, la llegada de Percy Shelley, poeta y heredero de una fortuna, significaba un alivio a la situación. Shelley se encargaría del pago de las deudas de Godwin ya que sentía gran admiración por sus escritos y los de Wollstonecraft (madre).
En la llegada de su viaje de Escocia, Mary tuvo la ocasión de conocer a Shelley. Poco a poco una intimidad peculiar empezó a crecer entre ellxs. En ese entonces Mary tenía dieciséis años y Shelley seis años más. Se encontraban en secreto en la tumba de la madre de Mary para leer algunas novelas o discutir sobre lo cotidiano.
Al momento de formalizar su relación amorosa. Godwin se negó rotundamente a aceptar la unión. Ante esta situación, la pareja decidió fugarse junto a la hermana de Mary, Claire. En la época, fue un escándalo público y el padre cortó los lazos con las hijas. Mary le mandaba cartas frecuentemente para reconstruir la relación. Le había puesto a su segundo hijo el nombre William, en dedicación a su padre. La primera hija, había fallecido a los pocos días de nacer.
En mayo de 1916, Mary, su hermana Claire, y Percy partieron a Suiza a establecerse por un tiempo. Ante la falta de dinero y la negación de Godwin de ayudarlos, huían continuamente de los acreedores que exigían el pago de las deudas. Lograron alquilar un pequeño cuarto. Pasaron el tiempo escribiendo, navegando en el lago y conversando hasta tarde. Algunos temas se trataba sobre los experimentos del científico Erasmus Darwin. Sobre la posibilidad que animar a la materia muerta, devolverle la vida a un cadáver o a distintas partes del cuerpo.
Una noche, el grupo se encontraba frente a una fogata. Usualmente leían historias de terror y fantasmas de origen alemán. Propusieron que cada unx escribiera una historia sobrenatural. De ahí el nacimiento de la novela de ficción “Frankenstein. En un principio, fue una historia corta. Pero de a poco, la fue moldeando hasta convertirla en su primera novela publicada a los 21 años de edad.
La primera novela de ficción titulada Frankenstein, o el moderno Prometeo, para sorpresa de la sociedad londinense del siglo XVIII, la autora había sido una mujer. Muchas editoriales rechazaron la publicación ¿Por qué rechazaban publicarlo? Porque las novelas escritas por mujeres debían ser de género romántico y temas banales, no de terror y sobrenatural. Finalmente, Mary se dió por vencida designando su obra al nombre de Percy Shelley.
Al leer la obra se puede ver reflejada la vida de Mary. Podemos decir que es autobiográfica. La novela transcurre en los paisajes de Suiza, en donde la autora se había establecido y, disfrutado de los lagos y los impactantes Alpes. El protagonista, Víctor Frankenstein, tuvo que adolecer la pérdida de su madre en su juventud. La muerte acecha continuamente en la obra, al igual que en la vida de Mary. Ante esta tragedia, Víctor se sumergió en la lectura de abundantes obras. Decidió ir a estudiar a la Universidad de Ingolstadt, lejos de su hogar. Mientras que Elizabeth, su prometida debía quedar al cuidado de sus hermanos, tarea obligatoria para la mujer.
Durantes sus estudios en la universidad se embarga en una infatigable búsqueda: lograr revivir a la materia muerta. Reúne una serie de partes humanas tras usurpar las tumbas del cementerio. En varios intentos, logra su cometido:
Una lluviosa noche de noviembre conseguí por fin terminar mi hombre; con una ansiedad casi cercana a la angustia, coloque a mi alrededor la maquinaria para la vida con la que iba a poder insuflar una chispa de existencia a aquella cosa exámine que estaba tendida a mis pies.
Frankenstein, Mary Shelley, 1818
Pero el logro de su cometido no era como lo había imaginado. Ante la sorpresa se encontraba ante un “engendro” o un “monstruo miserable” que ni dió tiempo a conocer, por la horrenda apariencia que había concebido ¿Si era una criatura espantosa por fuera debía serlo de igual manera por dentro? Solo escuchó algunos incomprensibles sonidos, pero tampoco quiso oír. Salió corriendo para poder esconderse.
La solitaria criatura salió al mundo. Rechazado por su creador decidió deambular y ocultarse en el bosque. Llegó hasta la granja de una familia, permaneció oculto para que no lo pudieran ver y quedarán espantados. Aprendió en la oscuridad el idioma y variados conocimientos sobre el mundo ¿No es similar a la vida de las Wollstonecraft? ¿Ellas no sufrieron la misma situación por su aspecto femenino? La criatura nos cuenta:
La posesión de aquellos tesoros me proporcionó un extraordinario placer; podría estudiar y ejercitar constantemente mi intelecto en aquellas historias (…) Apenas puedo describir el efecto de esos libros. Produjeron en mí una infinidad de imágenes e ideas que algunas veces me elevaban hasta el éxtasis pero más frecuentemente me hundían en la más profunda desolación.
La apariencia monstruosa de la criatura actúa como barrera para poder disfrutar de una vida libre de aplicar lo aprendido, todo ese conocimiento que le produce “éxtasis” pero a la vez “desolación”. De igual manera sucede con la mujer, la apariencia de la mujer actúa como límite ¿Por qué importa la apariencia? ¿Por qué nuestra vida está determinado “por el hecho de ser mujer”?
Finalmente, la obra de Mary Wollstonecraft (hija) es una clara denuncia a la situación de violencia sexista que sufrían las de su sexo. La criatura monstruosa refleja los sentimientos de angustia y soledad que vivían muchas mujeres de su época, a la vez que rabia, por encontrarse limitadas y oprimidas por su apariencia.
Ambas escritoras nos cargan de preguntas y nos hacen entender la violencia que sufrieron en sus diferentes contextos. Nos incitan a reflexionar para poner en cuestión nuestra situación como mujeres ¿Nuestra apariencia nos tiene que determinar de por vida? ¿O tenemos que generar un cambio en esta sociedad patriarcal que no nos deja ser como nos gustaría? Compartimos con las autoras un momentos de cambios ¡Aprovechemos! ¡Es la oportunidad para exigir nuestras libertades sobre nuestros cuerpas y vidas! No queremos ser una criatura monstruosa que se esconde ¡Queremos ser libres!
Para conocer más sobre la vida de Mary Wollstonecraft (hija) te recomendamos ver la película biografíca titulada “Mary Shelley” (2017) disponible en Youtube o Netflix. Te dejamos debajo un trailer de la película.