Las escritoras Wollstonecraft (primera parte)

Publicado el 17/05/2020

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Vamos a conocer quiénes fueron las escritoras Wollstonecraft, no solo sus vidas sino el legado literario que nos dejaron y las denuncias a las situación de esclavitud que padecían las mujeres en aquellos tiempos.

A fines del siglo XVIII los nuevos aires de la Revolución Francesa ponían en jaque la antigua estructura del feudalismo en toda Europa y parte de América. Esto dio pie para que algunas pensadoras y escritoras todavía aisladas tantearan la posible idea de una igualdad de derechos de las mujeres. Derechos como: a la educación, a los bienes materiales (herencia familiar), a la expresión artística y política, e incluso acceder a cargos públicos. Era una tarea difícil obtenerlos pero ya resultaba mucho la idea de declararlos.

Las Wollstonecraft, madre e hija, fueron grandes escritoras ya que sus obras trascendieron hasta la actualidad ¿Cuáles fueron sus obras? En este artículo vamos a tener la oportunidad de conocerlas. Hay que imaginar que decidieron ser escritoras en un contexto complicado para el sexo femenino ya que escribir se lo consideraba una dedicación únicamente masculina. Pero sin importarles ir contra la corriente machista, optaron por agarrar la pluma para denunciar las grandes opresiones que sufrían como mujeres.

Mary Wollstonecraft

La madre, Mary Wollstonecraft nació en 1759 en Londres. Su familia era de clase media, dependían de las ganancias de la granja hasta que su padre cayó en el alcoholismo. Esto significó menos entrada de dinero para la familia. De igual manera, el hijo primogénito y favorito de su madre pudo acceder a los estudios. Mientras que descuidaban la educación de Mary, porque la norma patriarcal del momento consideraba que las mujeres no debían recibir educación formal. Por lo tanto, toda su educación corrió por cuenta propia. Aprendió sola francés y alemán.

A los diecinueve años, decidió dejar a su familia para emplearse como dama de compañía de una viuda rica, pero al tiempo abandonó ese trabajo para ir ayudar a su madre que se encontraba enferma. Tras su muerte, decidió fundar en Londres junto a su amiga Fanny Blood y sus dos hermanas, una escuela para niñas. De esta manera podían trabajar y ser independientes.

Pero finalmente, conoció a Joseph Johnson, un editor que publicaba autores radicales, como Thomas Paine y William Blake. Le consiguió un trabajo de crítica literaria en su revista, y le dió la posibilidad de acrecentar sus conocimientos literarios y mejorar su escritura. Redactó numerosas reseñas, especialmente novelas y obras de pedagogía. Auffret, nos cuenta sobre la relación de las mujeres con las novelas:

A fines del siglo XVIII, en Europa del Norte, la ficción representaba el 87% de la producción literaria. De dos mil novelas publicadas en el siglo XVIII, seiscientas son obras de mujeres. Escribir novelas se convirtió en una vía de emancipación femenina, aunque no siempre feminista ni progresiva. Sí lo fue en el caso de Mary Wollstonecraft que utilizó la novela para criticar la condición de las mujeres y denunciar los abusos del matrimonio.

Pero Mary no solo se expresó a través de la ficción. Uno de sus escritos más conocidos se titula “La Vindicación de los Derechos de la Mujer” (1792). En este escrito realiza un análisis sobre la situación opresiva que evidenciaba la mujer. La obediencia pasiva, la dulzura, la docilidad y el afecto servil eran virtudes femeninas fundamentales para la sociedad patriarcal. Esta “niña grande” no podía desarrollar una “mente noble”, ya que se les enseñaba desde temprana edad a ser un “juguete del hombre”. Consideraba que ese tipo de educación, tenía como objetivo esclavizar a su sexo. Por eso, Mary resaltaba la importancia de la educación de las mujeres:

Así pues, me aventurare a afirmar que hasta que no se eduque a las mujeres de modo más racional, el progreso de la virtud humana y perfeccionamiento del conocimiento recibirán frenos continuos.

Vindicación de los Derechos de la Mujer (1792)

Ella no solo tenía como objetivo la igualdad de derechos, sino que reclamaba leyes destinadas a favorecer las iniciativas de las mujeres, porque les confería un papel de agentes de cambio. A continuación nos dice:

Es tiempo de efectuar una Revolución en los modales de las mujeres, tiempo de devolverles su dignidad pérdidas y hacerlas trabajar, como parte de la especie humana, para reformar el mundo, mediante su propio cambio.

Los últimos años, Mary los vivió junto a William Godwin, famoso en aquel entonces como un ideólogo radical. Al tiempo quedó embarazada y Godwin finalmente se casó con ella. A fines de agosto de 1797, Mary dio a luz a una niña. Su hija nació sana, pero no todo salió bien. El partero se demoró en extraer la placenta lo que causó un envenenamiento de la sangre y, luego de dos semanas de lucha, la muerte de Mary. La recién nacida, hereda el nombre de su madre, Mary. Actualmente la conocemos como Mary Shelley, autora de la famosa novela de titulada “Frankestein”, considerada la primera obra literaria de ciencia ficción.

¿Qué tenían en común las Wollstonecraft? No solo el apellido, sino su pasión por la escritura. En parte para poder considerarse mujeres independientes. Pero por otro lado, como un medio para denunciar la situación de esclavitud y opresión que sufría su sexo. Fue una herramienta propicia para poner sobre la mesa lo que padecía “la mitad más oprimida de la especie”.

En la segunda parte de “Las escritoras Wollstonecraft” vamos a conocer como Mary Wollstonecraft Shelley continúa el camino trazado por su madre…

Fuentes Bibliográficas

  • Auffret, Séverine (2019) “Historia del Feminismo. De la Antigüedad a nuestros días”, Ed. Ateneo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
  • Jáuregui, Cristina Suárez y Lecouté, Anne-Marie (2011) “Mary; María/Mathilda. Mary Wollstonecraft & Mary Shelley.”, Ed. Daruma, Madrid.
  • Wollstonecraft, Mary (1792) Vindicación de los Derechos de la Mujer”, Ed. Freeditorial, Boston.

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